En 1852, vio la luz el Real Decreto de Puertos Francos que permitió el posterior desarrollo del Puerto de Santa Cruz de Tenerife y de la propia "Villa" como enclave comercial. Con la expansión colonial europea por África los puertos canarios se convirtieron en puertos de escala para el avituallamiento de carbón de los buques.
Pero,... acerquémonos a información relativa a los Puertos Francos. Como decíamos...
La Ley de Puertos Francos de Canarias fue promulgada por el ministro Juan Bravo Murillo en 1852.
La Ley de Puertos Francos se componía de un conjunto de medidas económicas que vino a suponer la liberalización de la entrada y salida de mercancías del Archipiélago Canario, impulsando desde entonces la economía isleña y constituyendo un importante incentivo fiscal para el comercio con y desde las islas.
Las razones esgrimidas por los defensores del llamado "librecambismo isleño" para reclamar un sistema impositivo distinto al del resto de los territorios del Estado español se basaban en la realidad de la economía insular, que históricamente no fue complementaria con las economías de la Península Ibérica. Este hecho provocó que, desde su conquista y colonización, las islas tuviesen sus principales mercados fuera de los territorios de la Corona española (con excepción de las colonias americanas, con la que sí se establecieron fuertes vínculos comerciales hasta su independencia), como ejemplifica el hecho de que los azúcares y aguardientes canarios se comercializaran fundamentalmente con puertos como los de Génova y Amberes, o que los vinos y la cochinilla se exportaran fundamentalmente a Inglaterra. Así pues, puesto en marcha el proyecto de Estado liberal en España, el proteccionismo de la economía española y sus gravámenes a la importación y la exportación, resultaron nefastos para una economía "internacionalizada" como la canaria. La Ley de Puertos Francos se convertiría entonces en la herramienta para dar encaje a las peculiaridades de la economía isleña.
Pero,... acerquémonos a información relativa a los Puertos Francos. Como decíamos...
La Ley de Puertos Francos de Canarias fue promulgada por el ministro Juan Bravo Murillo en 1852.
La Ley de Puertos Francos se componía de un conjunto de medidas económicas que vino a suponer la liberalización de la entrada y salida de mercancías del Archipiélago Canario, impulsando desde entonces la economía isleña y constituyendo un importante incentivo fiscal para el comercio con y desde las islas.
Las razones esgrimidas por los defensores del llamado "librecambismo isleño" para reclamar un sistema impositivo distinto al del resto de los territorios del Estado español se basaban en la realidad de la economía insular, que históricamente no fue complementaria con las economías de la Península Ibérica. Este hecho provocó que, desde su conquista y colonización, las islas tuviesen sus principales mercados fuera de los territorios de la Corona española (con excepción de las colonias americanas, con la que sí se establecieron fuertes vínculos comerciales hasta su independencia), como ejemplifica el hecho de que los azúcares y aguardientes canarios se comercializaran fundamentalmente con puertos como los de Génova y Amberes, o que los vinos y la cochinilla se exportaran fundamentalmente a Inglaterra. Así pues, puesto en marcha el proyecto de Estado liberal en España, el proteccionismo de la economía española y sus gravámenes a la importación y la exportación, resultaron nefastos para una economía "internacionalizada" como la canaria. La Ley de Puertos Francos se convertiría entonces en la herramienta para dar encaje a las peculiaridades de la economía isleña.
Hoy, veremos el primer vídeo de una serie de cuatro sobre el Puerto y Muelle de Santa Cruz de Tenerife (1860 - 1906); en las siguientes tres entradas iremos completando la serie...