"Temporal de noviembre de 1826"
Islas Canarias
En noviembre de 1826, don Francisco Guerra, beneficiado de la parroquial moyense en Gran Canaria, se convirtió en improvisado cronista del temporal más dramático acaecido en las islas Canarias.
El párroco anotó los hechos en la contraportada de un libro de bautismos, dejando su testimonio, en el que se puede imaginar lo que pudo ocurrir y sus terribles consecuencias.
(FOTO: Fotografía referente al aluvión del año 1826 en el Puerto de la Cruz, en los que pertrechos y piezas de artillería de la desaparecida batería de San Carlos (zona de Martiánez), fueron trasladados a la de San Telmo, colocándose en la sacristía y ermita, donde se depositaron por mucho tiempo.)
"Hubo un diluvio que si dura una hora más todas las islas son confundidas. Y en la de Tenerife fue más porque allí perecieron más de mil quinientas personas y fueron al mar pueblos enteros, y del susto quedó mucha gente enferma y muchos murieron, pero en Gran Canaria (...) solo se llevó al mar dos o tres cuerpos, cayeron muchas casas y otras rendidas, parecía que el agua salía de la tierra más que del cielo. Y cayó tan bueno que toda la tierra tembló y del susto malparieron muchas mujeres y la mitad de los terrenos fueron al mar con todos sus arbolados".
FUENTE: AHDC: Pª Moya Libro 5 de Bautismos, contraportada.
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