"Don Bartolomé García Ximénez de Rabadán".
1ª parte: "178 días para llegar a Canarias".
El protagonista de la entrada de hoy va a ser el Obispo de Canarias don Bartolomé García Ximénez de Rabadán, que se carteó, con la intención de resolver cuestiones relacionadas con los canarios capturados y convertidos en esclavos, con el corsario Simón Romero, más conocido como Alí Arráez o Alí el Canario nacido en el siglo XVII en Las Palmas de Gran Canaria, capturado en aguas de berbería mientras pescaba, siendo muy joven.
Don Bartolomé García Ximénez de Rabadán nació en Huelva en 1622, falleciendo en Santa Cruz de Tenerife en 1690. Fue catedrático de la Universidad de Salamanca y posteriormente canónigo lectoral y magistral de la Catedral de Sevilla.
En el año 1665, el papa Alejandro VII le nombró Obispo de Canarias cuando tenía 42 años; embarcó en el Puerto de Cádiz el 5 de julio de ese año rumbo al archipiélago junto a su familia. Pero no iba a ser un viaje tranquilo, sino todo lo contrario.
En escritos del propio don Bartolomé: "los hechos más importantes de mi vida me acaecieron en
domingo"; el día de la partida hacia las Islas Canarias, el 5 de julio, era domingo; el 11 de julio, "domingo", el piloto
de la embarcación le comunicó a él y a sus familiares que “se habían propasado”, desviándose de la ruta hacia el Archipiélago Canario. La saetía genovesa donde iba
don Bartolomé, se desvió primero hacia las Azores y luego a la costa africana, estando
a punto de varar en sus playas, donde “vieron moros navegando por las orillas”.
El propio don José Viera y Clavijo cuenta que: “los vientos, que soplaban muy recios eran absolutamente
contrarios al intento de volver en busca de las islas; así se hallaron en la dura
necesidad de seguir rumbo de la América, arreglando los pocos víveres y el agua para
un viaje de duración incierta en que iban 50 personas. Redujóse, pues, la ración a
ocho onzas cada 24 horas”.
En medio de la confusión, un navío llamado "La Trinidad", los recogió y los desvió a Puerto Rico a donde llegaron el 9 de agosto. Mientras esto pasaba, el Cabildo Catedralicio creía que los viajeros habían sido apresados por los piratas moros. Desde Puerto Rico, continuaron el periplo hacia Santo Domingo, desde donde, el 10 de octubre, embarcaron de nuevo rumbo a Canarias, en una carabela española.
Pero de nuevo el infortunio les salió al paso. Cuando llevaban pocos días de viaje fueron sorprendidos por una terrible tormenta, quedando la nave a la deriva en medio del Atlántico, teniendo que alimentarse de cecina fría y bizcocho. El panorama no podía ser más oscuro.
Cuando todo anunciaba un fatal desenlace,
avistaron una flota inglesa de navíos mercantes, que acudió en su auxilio. Don Bartolomé y su familia fueron invitados a subir a bordo de la nave almiranta, siendo atendidos y agasajados por el capitán. Pero la
generosidad inglesa desapareció a los tres días, cuando el capitán exigió a don Bartolomé mil quinientos pesos por el salvamento. Como el Obispo de Canarias sólo tenía unos mil, la diferencia la tuvo que
pagar, entregando el cáliz, la patena, el pectoral, el anillo y hasta las cajas de
tabaco.
Mientras tanto, el tiempo iba pasando; don Bartolomé y los suyos tuvieron que pasar las Fiestas de Navidad a bordo de la nave inglesa. Al fin, el 27 de diciembre, "domingo", vieron la isla de
La Palma y el 29 desembarcaron en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Habían transcurrido casi seis meses de la salida del Puerto de Cádiz... concretamente 178 días.
Don Bartolomé llegó muy débil, casi extenuado, pensándose que no podría superar los malos momentos que estaba viviendo y que solo le quedarían 25 días de vida, sin embargo vivió unos 25 años más.
Una vez recuperado de tan penoso y largo viaje, se quedó a vivir en Santa Cruz de Tenerife, en el Convento dominico de Nuestra Señora de la Consolación, solar que actualmente ocupa el Centro de Arte La Recova y el Teatro Guimerá.
De hecho, cerca de este lugar está la Plazuela - Fuente de Santo Domigo, donde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y la "Tertulia Amigos del 25 de Julio" han querido honrar su memoria con una placa colocada en un parterre de la plaza, donde estaba el convento en que fijó su residencia y que dice: "A la memoria de don Bartolomé García de Rabadán Ximénez - 45 Obispo de Canarias (1665 - 1690), varón esclarecido de vida heróica y ejemplar. Tuvo especial predilección por esta isla de Tenerife, de cuya Virgen de Candelaria fue profundo devoto, y por este puerto y plaza fuerte de Santa Cruz donde residió hasta su muerte".
Enlaces de consulta:
1.- https://es.wikipedia.org/wiki/Bartolom%C3%A9_Garc%C3%ADa_Xim%C3%A9nez_Rabad%C3%A1n
2.- https://www.eldia.es/santa-cruz-de-tenerife/2020/09/20/bartolome-garcia-ximenez-rabadan-obispo-22338321.html
3.- https://mdc.ulpgc.es/utils/getfile/collection/ralmo/id/49/filename/50.pdf
4.- https://es.dbpedia.org/page/Bartolom%C3%A9_Garc%C3%ADa_Xim%C3%A9nez_Rabad%C3%A1n
5.- https://www.juliosanchezrodriguez.com/convertidos/02-97_Rabadan.pdf
6.- http://amigos25julio.com/index.php?option=com_content&view=section&id=8&layout=blog&Itemid=15
FOTOS:
1.- Imagen Obispo don Bartolome García Ximenez. Cuadro en el altar mayor de la Iglesia de San Francisco.
2.- Retrato del Papa Alejandro VII. Óleo sobre lienzo obra de Giovanni Battista Gaulli. Galería Nacional de Arte Extranjero de Sofía.
3.- Mapa Islas Canarias.
4.- Mapa America noviter delineata / auct. Jodoco Hondio; H. Picard fecit. (Siglo XVII).
5.- Retrato de don Bartolomé Obispo don Bartolome García Ximenez.
6.- Plano de Tenerife (Leonardo Torriani 1588).
7.- Fotocomposición de Víctor Ezquerro: Convento dominico de Nuestra Señora de la Consolación en Santa Cruz de Tenerife.
8.- "Convento de Santo Domingo" obra de don Gumersindo Robayna. Col. Particular Tenerife.
9.- Placa colocada en un parterre cerca de la fuente de Santo Domingo (Santa Cruz de Tenerife) .