lunes, 23 de enero de 2023

"El corsario Morato Arráez - Asalto a Teguise, 1586"
Lanzarote. 


En la entrada de ayer, comenté que don Gonzalo Argote de Molina tuvo una gran intervención en los asaltos piráticos que la Villa de Teguise (Lanzarote) conoció en el siglo XVI. Uno de esos asaltos los protagonizó el pirata conocido como "Morato Arráez" en el año 1586 que, según las crónicas, arribó a la isla 
con una flotilla compuesta por siete galeras, desembarcando por la noche en la ensenada de "Los Ancones" con unos mil hombres.

Pero, quién era este personaje...

Murat Reis, el Viejo (1534 - 1609) fue un corsario y almirante otomano, que sirvió en la Armada turca, estando considerado como uno de los corsarios berberiscos más destacados y como sucesor de otros míticos navegantes árabes como Jaradín Barbarroja, Dragut o Ulluc Ali

El escritor e investigador español don F. Javier Sánchez Sánchez (1961) retrata la personalidad del corsario turco en su libro: "Morato Arráez, El Grande", haciéndo llegar al lector la imagen de un hombre "Osado y temerario, en su doble condición de corsario y oficial imperial de la armada otomana, nos hará recorrer los grandes acontecimientos del Mediterráneo durante el último tercio del siglo XVI y los dos primeros lustros del XVII, desde su aparición durante el Sitio de Malta hasta su muerte en 1609. Será el último gran almirante de galeras del corso argelino y su desaparición coincidirá con la profunda transformación de la marina de Argel hacia la navegación a vela en detrimento de la navegación mixta".

Don F. Javier Sánchez Sánchez comenta que el rescate de este personaje histórico es el resultado de una investigación llevada a cabo en los Archivos de la Costa, el Archivo General de Simancas y en documentos y publicaciones de la época.

Pero, volviendo a Canarias, a Lanzarote concretamente... corría el 30 de julio del año 1586, cuando el Morato Arráez  arribó con los suyos a las costas lanzaroteñas; al día siguiente, casi sin ser vistos, llegó a la Villa de Teguise, provocando uno de los más destructores ataques piráticos a la isla del siglo XVI.

Morato Arráez asedió el castillo de Santa Bárbara, y, a los pocos días, la población allí refugiada logró huir durante la noche, buscando protección en riscos y cuevas. El castillo era y es una fortaleza situada en el borde del cráter del volcán Guanapay  a un kilómetro del casco histórico del pueblo de Teguise; su nombre oficial es "castillo de Santa Bárbara y San Hermenegildo".

(Vídeo: "La historia pirata de Lanzarote en el Castillo de Santa Bárbara".)



En el estudio realizado y publicado por don Manuel Lobo Cabrera y don Fernando Bruquetas de Castro: "Don Agustín de Herrera y Rojas, I Marqués de Lanzarote", se puede leer, además de detalles sobre el personaje y sobre el asalto a la isla, el secuestro, rescate y liberación de la Marquesa de Lanzarote y de su hija, doña Constanza de Herrera Rojas, esposa de don Gonzalo Argote de Molina: (...) "
los isleños aterrorizados y sorprendidos buscaron refugio donde pudieron, unos en la cueva de los Verdes, en Haría, y otros en el castillo de Guanapay, donde también se acuartelaron las tropas de la Isla, incluyendo la familia del marqués, compuesta por su esposa, sus dos hijas y su yerno Gonzalo Argote de Molina, que se había desposado tan sólo hacía cinco días con doña Constanza de Herrera".

Los asaltantes saquearon la Villa capital, que había quedado casi desierta, pero aún pudieron cautivar unas 26 personas; al tiempo la flota se apoderaba del puerto principal de la Isla, Arrecife, desmantelaron el pequeño baluarte y apresaron a una nao de la flota de Nueva España cautivando a 22 personas. Esta presa les sirvió de abastecimiento providencial pues cogieron toda la mercancía que había a bordo, entre ella mucho bizcocho y otros mantenimientos de aceite, pasas y almendras. 

A continuación en los primeros días del mes de agosto de dicho año ponían cerco a la fortaleza de Guanapay con la intención de asaltarla, y tomaban posesión de una de las más ricas propiedades de don Agustín, el cortijo de Inaguadem, en donde provocaron una insurrección de los esclavos, los cuales le sirvieron al enemigo desde aquel momento como adalides y guías para sus incursiones por el interior de la Isla. En efecto en algunos procesos inquisitoriales incoados a algunos de estos moriscos se les acusa de servir de espías a los invasores, siendo cristianos.

Ante tales hechos y comprendiendo lo inútil de la resistencia, el 4 de agosto don Agustín decidió abandonar el castillo, con lo cual al día siguiente cuando los argelinos llegaron a ella comprobaron como se les había escapado el botín y presa, calculado en unas mil almas entre hom bres, mujeres y niños, que tan felices se prometían.

Los isleños en compañía del señor buscaron refugio en las montañas de la Isla y en las cuevas, procurando don Agustín el mejor acomodo para su familia; su mujer y su hija doña Constanza las dio en guarda a un morisco de su confianza, Sancho de Herrera León, mientras que su otra hija, doña Juana de Herrera, la había puesto a salvo, protegida por otro servidor suyo. Mientras, Morato iniciaba una cacería humana por toda la Isla, ayudado por los moriscos y esclavos que se habían rebelado y rene gado de su fe, poniendo cerco a la vez a la cueva de los Verdes, cerca de Haría, pero sin fruto alguno, ya que las milicias isleñas al mando de Gonzalo Argote de Molina le impidieron su conquista. Por el sur de la Isla, hacía otro tanto, tal como lo confirma el morisco Juan, esclavo de Marcial de Cabrera consiguiendo en pocos días apresar a cerca de 200 personas, entre ellas muchos moriscos que en cuanto caían en poder del enemigo desertaban de su nueva religión.

Entretanto llegaban socorros de Gran Canaria, gracias a las gestiones del gobernador Tomás de Cangas, quien logró evacuar a más de 500 per sonas, entre ellas la hija de don Agustín, doña Juana de Herrera. También le preocupaba a don Agustín la suerte de sus otros familiares, por lo que pidió ayuda a los señores de Fuerteventura, para que las evacuasen, pero las relaciones entre ambas familias habían llegado ya a tanto encono que se negaron a prestarles auxilio.

Después de la evacuación Lanzarote quedó semidesierta, pues sólo se encontraban en ella los hombres útiles para la lucha, ayudados por algunos refuerzos de milicias que habían venido desde Gran Canaria, y que sólo ejecutaban alguna acción de guerrilla. Mientras, se producía la captura de la marquesa de Lanzarote, doña Inés Benítez de las Cuevas, y de la condesa doña Constanza de Herrera, mujer e hija del marqués, preciado tesoro que perseguía Morato con anhelo para obligar a don Agustín a parlamentar y exigirle un crecido rescate. Los historiadores no se han puesto de acuerdo sobre la autoría del descubrimiento del lugar donde ambas se encontraban a resguardo, a pesar de que el marqués en su denuncia ante el tribunal de la Inquisición acusó con empeño a su vasallo Sancho de Herrera.

Las cautivas fueron llevadas a Arrecife, después de haber pasado miles de penalidades y vejaciones, y trasladadas a la galera capitana con los honores propios de su rango. Desde allí organizan los argelinos nue vas incursiones por el interior de la Isla, llevando como adalid a un servidor del marqués que había renegado, Juan de Escalona, gracias al cual consiguieron cautivar a 29 cristianos más.

Al enterarse don Agustín de la desgracia que se había cernido sobre su familia, e impresionado por el suceso, decidió parlamentar con el corsario para tratar de rescatarlas, dando poder para ello al morisco Juan de Saavedra Palacio, quien el 14 de agosto de 1586, se presentó ante el pirata argelino, iniciando conversaciones, con la suspensión momentánea de las hostilidades, pero las exigencias de Morato fueron tan humillantes, que el marqués tuvo que dar por finalizadas las treguas, sin llegarse a acuerdo alguno. Después de este acontecimiento el argelino mandó levar velas y se dirigió al puerto de Arriete, en el norte de la Isla, para hacer aguada y proveerse de mantenimientos.

En los días siguientes continuó la guerra de guerrillas y las escaramu zas por ambos contendientes; en una de ellas Gonzalo Argote de Molina hizo cautivos a unos seis argelinos y dio muerte a otro; coyuntura que fue aprovechada por el provincial para iniciar tratos con el corsario. A este fin Argote puso en libertad a los cautivos y los devolvió a Morato, quien le agradeció el favor con la liberación de un lanzaroteño, con el cual y mediante seguro invitaba a Argote a acudir a las galeras. Argote aceptó el envite y el 18 de agosto se trasladó a la galera capitana, donde fue huésped de Morato, iniciándose así las estipulaciones de paz y el rescate de las prisioneras. 

Estos tratos duraron hasta el día 21, llegándose en tal data a un completo acuerdo, que quedó plasmado en la firma de un documento "Tratado de paz celebrado el 22 de agosto de 1586 entre Morato Arraez, virrey de Argel, y Gonzalo Argote de Molina, conde de Lanzarote". En dicho documento se estipulaba el rescate de la marquesa, de la condesa y de veinte cristianos por precio de 20 mii ducados, que ya comentaremos más detenidamente.

Firmadas las paces los invasores evacuaron la villa capital, Teguise, casi en ruinas, pues en ella reinaba una total destrucción, dirigiéndose al puerto principal, donde reembarcaron en las galeras. El 28 de agosto dio el pirata la orden de partida, llevando consigo gran número de cautivos, en una cantidad aproximada de 200, aunque otros autores, entre ellos don Luis del Mármol, eleva dicha cifra a más del doble".

El Castillo de Santa Bárbara y de San Hermenegildo hoy día está declarado Bien de Interés Cultural ​y, en la actualidad, funciona como "Museo de la Piratería". Desde 1991​ hasta 2011 funcionó como "Museo Etnográfico del Inmigrante Canario". El "Museo de la Piratería" es realmente un centro de interpretación de conquistadores, corsarios y piratas que han estado relacionados con la historia de Canarias

(Vídeo: Museo de la Piratería, Teguise, Lanzarote.)


Enlaces de consulta:

1.- https://en.wikipedia.org/wiki/Murat_Reis_the_Elder

2.- https://www.biosferadigital.com/articulo/sin-categoria/ataques-piratas-dia-dia-isla-lanzarote-siglos-pasados/20200730111946092207.html

3.- https://memoriadelanzarote.com/tipo/datos

4.- https://mdc.ulpgc.es/utils/getfile/collection/coloquios/id/1903/filename/1897.pdf

5.- https://es-academic.com/dic.nsf/eswiki/825273

6.- http://www.laverdaddelanzarote.com/articulo/cultura/morato-arraez-grande/20160131172205011326.html

7.- https://www.editorialrenacimiento.com/isla-de-la-tortuga-serie-mediana/1068-morato-arraez-el-grande.html

8.- https://lanzarote3.com/castillos-de-lanzarote-en-defensa-de-la-isla-frente-a-los-piratas/

9.- https://museodelapirateria.com/

FOTOS:

1.- Retrato de don Gonzalo Argote de Molina.
2.- Retrato de Morato Arráez.
3.- Portada del libro de F. Javier Sánchez Sánchez: "Morato Arráez, El Grande".
4.- Mapa de Lanzarote de Torriani (s. XVI).
5.- Escudo familiar don Agustín de Herrera y Rojas, I Marqués de Lanzarote.
6.- Villa de Teguise de la isla de Lanzarote. Lámina antigua.
7 - 12.- Castillo de Santa Bárbara y de San Hermenegildo (Castillo de Guanapay), Teguise.
13.- Puerto de Arrieta actualidad. Haría, Lanzarote.
14 - 15.- Escudo emblemas familiares de don Gonzalo Argote de Molina.
16.- Plano de la  costa africana, Canarias y Madera por Ortelius en 1595. 

"Enid Blyton de viaje por Canarias"   1950. Ilustración de un libro de la escritora inglesa Enid Blyton , autora de la colección &...