Muchos recuerdos me traen los carritos de La Rambla... Samarín, sus hijos y nuera Mary, don Eladio.
Leamos este artículo y sigamos recordando...
Los principales clientes del carrito eran las chicas de La Pureza y los chicos de Los Escolapios.
El recordado carrito de Samarín fue refugio de chiquilladas y amores de la primera juventud de "escolapios y purezas", que según el amigo Antonio González: “….adelantado de los actuales supermercados de golosinas, de los primeros pitillos y de los primeros fiados.
En él había melcolchas, chochos, suelas, rollos, Bazokas, mantecaditos, bollos, medias lunas, regalías, tamarindos, pirulines, garbanzos tostados, chufas, algarrobas, pastillas de a perra y de perra chica, y luego los mayores pedían a hurtadillas los cigarrillos Oval, Lucha, Corona o Record...que sueltos daban tres por perra gorda (diez céntimos) y los más pudientes compraban Camel, Winston, Graven A, Dunhill y otros... los "rubios"....
Samarín te guardaba los libros, te fiaba, te aconsejaba…”
Los hijos de Samarín, Antonio y Luis tuvieron el quiosco de la dársena pesquera, allí los vi hasta hace unos años. No sé si aún tienen uno y otro quiosco.
Buena gente los "samarines". Muchas horas por aquel entorno viendo la salida de las chicas del colegio de La Pureza. Otros tiempos ya lejanos…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU - PROFESOR MERCANTIL.