"Epidemia de cólera morbo de 1851 en Gran Canaria"
Como
vamos viendo por las entradas anteriores, 1851
es un año para no recordar
en la Isla de Gran Canaria.
Ese año, la
población de la isla vivió una de las mayores epidemias de su
historia: un brote de cólera
morbo que
provocó unos 6.000
fallecidos.
El
origen fue un navío procedente de Cuba.
Parece ser que el brote se inició a través de una lavandera
del barrio
de San José,
doña María
de la Luz Guzmán que,
supuestamente, al lavar la ropa de los tripulantes se contagió.
El
24
de mayo de 1851 murió repentinamente doña
María de la Luz; tres
días después, otra mujer del mismo barrio también falleció
con los mismos síntomas; y,
el
1 de junio, el sacristán de las monjas de San Ildefonso moría
también.
El
5 de junio, ya
propagados los rumores sobre el cólera en la ciudad, la Junta Local
de Sanidad de Las Palmas
declaró
oficialmente
la existencia de la epidemia. Se definieron
como "patente
sucia"
todas las procedencias de Gran Canaria, y se prohíbe
la admisión, en ningún puerto de Tenerife, La Gomera, La Palma o El
Hierro, de buques procedentes de Gran Canaria.
Pronto, el carácter fulminante de la infección en las personas fue conocido por toda la población; los facultativos empezaron a tomar medidas y las autoridades intentaron transmitir, dentro de lo posible, tranquilidad a la alarmada población.
Cuentan
los historiadores que los contagios fueron tan grandes, que en los
arenales de Las
Palmas se
hicieron fosas para enterrar a las personas. La
propagación del virus no tardó en extenderse por el resto de Las
Palmas.
Fueron muchos los que huyeron de la ciudad para refugiarse en pueblos
del interior.
Según
el estudio realizado por don Ramón
Díaz Hernández y
doña Josefina
Domínguez Mujica,
"Un
verano de contagio epidémico: El cólera de 1851 en Moya":
la epidemia "tuvo
un gran impacto, tanto por el número de enfermos y víctimas que
trajo el contagio como por sus graves efectos administrativos,
sanitarios y socioeconómicos. Prueba de ello es que el recuerdo de
aquella desgracia aún pervive 169
años después.
Los relatos históricos nos ofrecen una imagen de miedo y caos con
respecto a los municipios con mayor población de la isla, dejando
fuera en general la información sobre aquellos espacios geográficos
menos poblados, a pesar de que la incidencia de la epidemia en ellos
también fue muy notable".
Tras
seis meses de contagio, miseria, desolación y muerte, el 3
de diciembre de 1851 la
vida en la isla empezó a recobrar la normalidad. La angustia y el
abatimiento dieron paso a la suspensión de la cuarentena, a la
apertura de las comunicaciones y, finalmente, a la recuperación
económica. La
epidemia dejó a Gran
Canaria exhausta:
seis mil fallecidos, la agricultura y el comercio arruinados, y una
recuperación lenta y trabajosa.
Enlaces de consulta:
1.- https://www.diariodefuerteventura.com/noticia/peste-fiebre-amarilla-c%C3%B3lera-las-otras-epidemias-que-azotaron-canarias
2.- https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/77770/1/Un%20verano%20de%20contagio%20epid%C3%A9mico%20el%20c%C3%B3lera%20de%201851%20en%20Moya.pdf
3.- https://www.canarias7.es/cultura/museo-canario-analiza-20220119184249-nt.html
4.- https://www.researchgate.net/publication/26527051_El_colera_en_Canarias_1851_su_tratamiento_en_prensa
5.- https://apuntesjdrz.blogspot.com/2020/04/1851-la-epidemia-de-colera-de-gran.html
FOTOS:
1.- Portada de la Memoria del Cólera.
2.- Estadística de las muertes de la epidemia de cólera de 1851 en Gran Canaria por pueblos.
3.- Documentos de la epidemia expuestos en el Museo Canario de Las Palmas.
4.- Placa en la Atalaya de Santa Brígida (Gran Canaria) de enterramientos de la epidemia de cólera morbo